Aplica un protector solar que te proteja de la radiación ultravioleta B, de la radiación ultravioleta A y de la radiación infrarroja. No olvides aplicarlo 30 minutos antes de la exposición al sol y cada dos horas. Si te encuentras en la playa o en una piscina debes reaplicarte inmediatamente después de salir del agua.
Utiliza un sombrero de ala ancha que cubra la nuca y las orejas. Recuerda que el cuero cabelludo también puede sufrir lesiones debido al sol.
Opta por unos lentes de sol oscuros que protejan tus ojos de los rayos UV y te dejen ver correctamente.
No dejes que la radiación te engañe. Incluso si el día esta nublado hay que utilizar protector solar, ya que los rayos UV pueden atravesar las nubes.
Usa una sombrilla con protección UV si estás en la playa.
Ten en cuenta que la radiación es más peligrosa entre las 11 a.m y 4 p.m